LAS EPIDEMIAS Y LA RESIGNACIÓN DE LOS HUMILDES – 5 De 1910 a 1925


Me siento como Teseo recogiendo el hilo que le unía a Ariadna, transitando por los pasillos del laberinto del Minotauro, conforme avanzo voy encontrando más detalles y con más interés. El hilo son las epidemias y los pasillos del laberinto los jugosos hechos que cuentan nuestros archivos. Comencé con las referencias a tres epidemias distantes en el tiempo y, poco a poco, van apareciendo datos que me hacen seguir con denuedo el cordel de las epidemias sufridas por los Villafranqueros. Ahora es nuestro Archivo Municipal el que me habla con la voz clara de sus letras próximas. Las actas de la Junta de Sanidad Municipal[1] merecen un estudio en profundidad porque nos cuentan la salubridad, o no, en la que ha vivido Villafranca durante los dos últimos siglos.

 

                En este artículo miraremos los años cercanos a la gran pandemia por la que hoy todo el mundo pregunta: la conocida como Gripe Española de 1918 – 1919. Causada por un brote de influenza virus A, del subtipo H1N1, que mató a más de 40 millones de personas. En España hubo 8 millones de infectados y 300.000 fallecidos[2]. Se le llamó Española porque nuestra nación, neutral en la I Guerra Mundial, no tenía censura en las publicaciones sobre la enfermedad y España aparecía con más infectados y muertos en las noticias mundiales.

Muchos hemos visto alguna vez este gráfico en las escuelas al tratar la transición demográfica española. El paso del régimen demográfico antiguo con gran cantidad de muertes y de nacimientos a un régimen moderno, España lo experimentó  entre principios del siglo XX y finales de los años 70. Un trayecto que tuvo dos momentos de abundantes muertes y poca natalidad: los años de la Gripe Española y de la Guerra Civil.
               
Repasemos los datos sobre epidemias en nuestro pueblo de 1910 a 1921:

1.- Entre 1910 y 1911, Villafranca sufría una epidemia de viruela[3]. En enero de 1910 hay sólo dos casos detectados en la localidad, aunque se sabe que hay muchos en Herencia y en Alcázar de San Juan. El 17 de octubre se mantienen los datos, dos niños, uno de 7 meses y otro de 13 años. Se aconsejan, desde enero, medidas de aislamiento, de aseo y desinfección. También que se procure no visitar los pueblos vecinos y se limiten las entradas de forasteros.
En noviembre, la situación empeora, los infectados reconocidos han llegado a 10 y además, se observan problemas de desobediencia, Reyes Jimeno y su esposa Ventura Díaz han salido a la calle teniendo varios de sus hijos infectados con la enfermedad. El alcalde don Manuel Álvarez de Lara decide denunciarlos ante los tribunales por posible conducta delictiva. También se procede a la vacunación y revacunación de toda la población de manera gratuita.
Por este motivo se cerraron las escuelas desde el día 4 de noviembre de 1910 hasta primeros de abril de 1911.
La Junta de Sanidad Local acuerda su reapertura en sesión de 30 de marzo, justificando su decisión así:
(…) Atentos al largo espacio de tiempo transcurrido desde la fecha, y teniendo en cuenta el carácter de dicha epidemia, que subsiste, no reviste por fortuna gravedad, como lo aprueba el escasísimo número de defunciones ocurridas por ella, aconsejaba no desatender más tiempo la enseñanza (…)

Lo hace imponiendo condiciones:
-          Que no sean admitidos en ellas los niños que no se hallen vacunados.
-          Los que hayan sufrido la enfermedad, sólo serán admitidos si llevan un justificante del facultativo que justifique su buen estado.
-          Advierte que si la situación empeora, se volverán a clausurar las escuelas.

2.- 1914, en octubre se considera muy extendida una infección de difteria[4] y la Junta de Sanidad impone las medidas pertinentes:
-          Cierre de las escuelas.
-          Limpieza de la vía pública.
-          Prohibición de la asistencia de niños a los entierros de muertos por difteria.
-          Aislamiento de los enfermos.
-          Desinfección de las habitaciones y objetos que hayan usado los enfermos, los de poco valor deben quemarse.
-          Prohibición de dejar en el campo cadáveres de caballerías sin enterrar.

3.- 1915. Reunida la Junta el 17 de julio bajo la presidencia de don Juan Pablo Villanueva, se informa que ahora es un brote de sarampión[5]  el que mantiene en jaque al pueblo. De nuevo informan a través de bandos sobre las medidas que se han de observar por parte de todos: limpieza de calles, prohibición de depositar estiércoles y aguas sucias, aseo a fondo de los hogares, etc. Y avisan de la imposición de multas a los infractores.

4.- 1917. Esta reunión se celebra el 31 de mayo, un brote de escarlatina[6] que en los niños va adquiriendo graves proporciones, requiere que esta Junta presidida por el alcalde don Abraham Velasco decida adoptar las medidas convenientes para combatir dicha enfermedad y que no continúe su propagación. Son las siguientes:
-          Limpieza de domicilios y de pozos negros. Eliminación de inmundicias en los domicilios y en las calles.
-          Aislamiento de los enfermos.
-          Limpieza y desinfección de las habitaciones, las ropas y los muebles usados por los enfermos. Las ropas se deben cocer en agua con sal y los muebles aislarlos en una habitación donde se quemará suficiente cantidad de azufre.
-          Los atacados por la enfermedad no pueden salir a la calle hasta que se lo diga el médico.
-          Se prohíben las reuniones de niños y se suspenden las clases.
-          Limpieza y desinfección de las escuelas.
-          En los entierros, los cadáveres deben ser todos tapados dentro de la saca mortuoria.

5.- La siguiente reunión es el 10 de octubre de 1918, el alcalde es don Sandalio Díaz Moreno. A estas alturas ya estaban avisados del peligro de la gripe llamada Española. Confirman la existencia de algunos casos si bien hasta ahora de carácter benigno, pero no quita que en algunos pueblos de la comarca, la dicha enfermedad existe con carácter grave, por ello se toman medidas preventivas:
-          Se prohíben las reuniones y se cierran las escuelas.
-          Limpieza y desinfección de domicilios y edificios públicos quemando azufre dentro de las habitaciones.
-          Limpieza de estiércoles e inmundicias.
-          No verter aguas sucias en las calles y regar éstas con agua limpia. Estas tareas las debe realizar cada vecino en su fachada.
-          Los enfermos deben aislarse y las habitaciones que hayan utilizado deben desinfectarse con cal. Los convalecientes sólo saldrán a la calle cuando lo estime el médico.
-          Los cadáveres deben enterrarse cubiertos con la saca mortuoria.

Esta es la información que dan las actas de la Junta de Sanidad sobre esta Gripe Española, mortal en todo el Mundo. Sin embargo, si miramos en el Libro de registro de enterramientos[7], encontramos los siguientes números de fallecidos por meses durante estos años.
                En un análisis rápido de los datos vemos que 1917 destaca con una cantidad considerable de defunciones en primavera y verano. Por lo explicado más arriba, la villa se hallaba invadida por la escarlatina. Hay otro repunte considerable en 1919 y la causa posible es la gripe. Con 36 muertes más que en 1918 y 48 más que en 1920. Más adelante nos llama la atención 1921 con un recio repunte de las muertes que no puedo aún explicar. Por último se observa la tendencia a estabilización y reducción de las muertes, que puede obedecer a mejoras sanitarias, higiénicas y alimentarias, generales en toda España. Agua potable, mejor alimentación, mayor higiene, servicios médicos y vacunas, van inclinando la línea de la tasa de mortalidad, poco a poco bajará también la natalidad. De momento, sólo tenemos los datos de fallecidos.
               
Otra manera de ver los mismos datos es este gráfico:

 
6.- 1921. Termino este repaso con el acta de 14 de julio de 1921, se reúnen los miembros de la Junta de Sanidad para tomar medidas preventivas, pues en el pueblo vecino de Herencia existen bastantes casos de enfermos atacados de tifus exantemático[8], enfermedad contagiosa y de fatales consecuencias. Sus acuerdos fueron:
-          Que no se permita la entrada en el pueblo a las personas que procedan de Herencia.
-          Que los villafranqueros se abstengan de visitar el pueblo de Herencia.
-          Esmero público y privado en la limpieza. Casas, vía pública, aguas estancadas. Encalado de las habitaciones. Riego de la calle con agua limpia, dos veces al día.
-          En caso de infección, aislamiento inmediato del enfermo.
-          Entierros con las prevenciones ya usadas en otros casos.

De acuerdo con los datos de la tabla anterior, el tifus no debió influir mucho en Villafranca, no he encontrado referencias al mismo. Aunque tampoco a la mortalidad de los meses anteriores a esta reunión le puedo dar una explicación. Seguro que con el tiempo y el trabajo del Taller de Historia lo sabremos.

                Nuestro pueblo ha sufrido muchos brotes epidémicos y les ha hecho frente con sus medios. Está claro que en el siglo XX ya sabía algo más sobre las enfermedades a las que combatía. La higiene, la desinfección, el aislamiento social y el cierre de las escuelas son las medidas que se repiten como solución general. La historia de Villafranca y el esfuerzo de la comunidad van unidos, este es un ejemplo más.
Félix Patiño Galán, julio 2020


[1] Archivo Municipal de Villafranca de los Caballeros (AMVC). 120.10 Actas de la Junta de Sanidad.
[2] Datos de: SANDRA PULIDO, La Gripe Española, la pandemia de 1918 que no comenzó en España. Gaceta Médica. 19-01-2018. https://gacetamedica.com/investigacion/la-gripe-espanola-la-pandemia-de-1918-que-no-comenzo-en-espana-fy1357456/
[3] La viruela es una enfermedad causada por el virus Variola mayor. La vacunación en todo el mundo detuvo la diseminación de la viruela hace tres décadas. El último caso se informó en 1977. Síntomas: fatiga, fiebre alta, dolor de espalda y de cabeza y erupción en la piel con llagas planas y rojas.
[4] La difteria es una enfermedad infecciosa muy contagiosa causada por la bacteria Corynebacterium diphtheriae. En la actualidad es una enfermedad altamente infrecuente en los países desarrollados gracias a la vacunación universal. Se transmite por el aire utilizando como vehículo las gotas de agua que se expelen al toser o estornudar, incluso si el portador de la bacteria se mantiene completamente asintomático. La bacteria produce una serie de toxinas que se incorporan al torrente sanguíneo y pueden llegar al cerebro o el corazón, entre otros órganos, ocasionando graves daños en ellos y pudiendo causar incluso la muerte del paciente. Lo habitual es que la infección se inicie en las vías respiratorias altas (nariz y garganta). Síntomas: fiebre, escalofríos, tos, ronquera, sibilancias, secreción nasal acuosa y con sangre.
[5] El sarampión es una infección infantil causada por un virus. En la actualidad se puede prevenir gracias a una vacuna. El sarampión puede ser grave e incluso mortal para los niños pequeños. Aunque las tasas de mortalidad se han reducido en todo el mundo a medida que se administra la vacuna contra el sarampión a más niños. Síntomas: tos, dolor de garganta, ojos inflamados, fiebre, erupción cutánea con manchas rojas levemente elevadas, las primeras aparecen en la cara.
[6] Escarlatina: enfermedad bacteriana que se manifiesta en algunas personas que tienen faringitis estreptocócica. Se caracteriza por un sarpullido rojo brillante que afecta a todo el cuerpo, acompañada de dolor de garganta y fiebre alta. Es más frecuente en los niños de 5 a 15 años. Alguna vez se consideró una enfermedad grave de la niñez, los tratamientos con antibióticos han hecho que sea menos peligrosa.
[7] AMVC Libro registro de enterramientos de 1917 a 1932. Libro 225.
[8] El tifus exantemático epidémico, conocido también como fiebre lenticular, tabardillo o modorra. Su agente causal es la Rickettesia prowazeckii, cuyo reservorio es la especie humana y que se transmite por los piojos del cuerpo. Síntomas: fiebre súbita, escalofríos, cefaleas severas, artralgias, mialgias, postración y exantema. Evoluciona hacia estupor (modorra) y delirio; la muerte puede sobrevenir en algo más del 10% de los pacientes en buen estado previo; pero puede alcanzar hasta el 60% en poblaciones mal alimentadas.

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