Taller de Historia VI - 14: Abogados Villafranqueros de los Reales Consejos - Francisco Javier Avilés Villarejo (11-05-2024)



De nuevo una tarde de sábado para dedicar a asuntos de nuestra historia próxima. Francisco Javier Avilés Villarejo. profesor de Geografía e Historia e investigador, nos dedicó una explicación completa y concienzuda de dos personas dedicadas al difícil arte de la abogacía en su mayor expresión en el siglo XVIII. Ambos villafranqueros y de familias letradas. La conferencia duró casi dos horas y Francisco Javier nos mantuvo pendientes, a los 40 asistentes, de los avatares de estos dos letrados en un mundo muy diferente. Para resumir lo tratado el autor nos remite este oportuno resumen:

Abogados villafranqueros de los Reales Consejos

A finales del siglo XVIII y principios del XIX dos villafranqueros  Nicolás María Manrique y José Ramón Díaz y del Castillo obtuvieron del Consejo Real de Castilla el título de abogados de los Reales Consejos de S.M.

Nacidos en Villafranca en 1765 y 1779, respectivamente, ambos provenían de familias, que, sin ser de la nobleza, eran económicamente acomodadas y con formación académica.

Aprendieron las primeras letras en el ámbito familiar y a la edad de doce años se incorporaron a la Real Universidad de Toledo. Siguiendo el plan de estudios universitarios cursaron dos años en la Facultad de Artes y cuatro en la Facultad de Leyes y Cánones. Al finalizar tuvieron que hacer un examen de grado para obtener el título de Bachiller en Leyes que les permitiría el ejercicio de la profesión.

El deseo de ambos de llegar más alto como abogados y con el apoyo económico de sus familias iniciaron los cuatro años de pasantía que exigía la ley para presentarse a los exámenes del Consejo. Nicolás María Manrique lo pudo hacer en Villafranca en el despacho de su padre que era Licenciado en Leyes, pero José Ramón Díaz y del Castillo tuvo que desplazarse en Madrid.

Terminados los cuatro años de pasantía presentaron su solicitud ante el Consejo Real para iniciar las pruebas. Previamente tuvieron que pasar por un examen en el Colegio de Abogados de Madrid porque así lo exigía la ley desde 1770.

La Primera Sala de Gobierno encargada de todo lo referente a universidades y títulos fue la encargada de citarlos y fijarles el examen que ambos superaron con brillantez. Sus nombres fueron inscritos en el registro del Consejo y previo pago de las tasas a la Contaduría General de Valores se les entregó el título de abogados de los Reales Consejos de S. M.

Nicolás María Manrique, desde 1787, y José Ramón Díaz y del Castillo, desde 1802, quedaron legitimados para el ejercicio de la abogacía ante las más altas instituciones judiciales y de gobierno como Audiencias, Chancillerías y Consejos.

                                                                            Francisco Javier Avilés Villarejo

Terminada la conferencia, agradecimos el esfuerzo a Francisco Javier con un pato tradicional del Taller. Gracias amigo.

 


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