El nombramiento de cargos municipales y los escudos de Villafranca (22-02-2025)

 


La tarde era agradable y 60 Amantes de la Historia acudieron a la sala de conferencias de la Casa de la Cultura. Detallamos con sencillez los temas siguientes:

 LAS ELECCIONES DE LOS CARGOS DEL CONCEJO

Villafranca, al igual que el resto de los pueblos de Gran Priorato tuvo dos maneras básicas de nombramiento de Alcaldes, Regidores y Alcaldes de la Hermandad. Estos cargos duraban un año completo y se renovaban el comienzo del siguiente, el nombramiento de los mismos correspondía a la máxima autoridad, el Gran Prior o su lugarteniente, pero los nombres de los afectados circulaban a niveles más bajos. Hasta mediados del siglo XVI se hacía por cooptación. Cada concejo decidía los nombres de las personas que debían sustituirlos en el año próximo.

Después de mediados del XVI, el métod
o de elección pasó a ser la insaculación y desinsaculación de cargos. Cada cuatro años, el gobernador y su séquito visitaba la población y llamaba a un grupo de hombres de “buen juicio” y cierta cultura para que, de manera secreta, hagan un listado de “personas desapasionadas y de buenas costumbres” que podrían ocupar los cargos concejiles para cada uno de los estados, el seglar y el nobiliario. Cada nombre de los más votados se relacionaba en una cédula y el conjunto de todas ellas se guardaba en un saquito, de manera que dos saquitos (uno por el estado noble y otro por el estado llano) se ponían en una arquilla que se cerraba con dos llaves.

Cada dominica posterior a san Miguel, en Villafranca, se procedía a la desinsaculación. En el ayuntamiento, se sacaba la arquilla, se abría y se extraían los dos saquitos con sus nombres dentro. Las bolitas o los papelitos con los nombres insaculados se vertían en un “seno”, bol o lebrillo al que se acercaba un niño de menos de 6 años para ir extrayendo una cédula o bolita para cada cargo. Esta actuación se realizaba dos veces, una para los nobles y otra para los pecheros o seglares.


Muchos detalles de cada acto anual de elección de cargos o desinsaculación están recogidos en actas levantadas por los diferentes escribanos. Estos testimonios son interesantes, esas mañanas de otoño suponían un momento especial en la vida de Villafranca. Cuando el niño sacaba un nombre y todo el mundo asentía, no había problema; pero si el nombre extraído provocaba murmullos, o negativas de los miembros del concejo que explicaban sus razones, (ocupa otro cargo, tiene deudas con el pósito, mantiene causa legal contra algún cargo, está enfermo, es mayor, etc.) el día se ponía interesante para los mentideros del pueblo. Cuando esto ocurría, la última palabra la tenía el gobernador residente en Alcázar, que decidía en pocos días después de recibir el escrito de los alcaldes vigentes.

Los nuevos cargos, ratificados por las máximas autoridades, comenzarán su actuación el primero de enero del año siguiente.

Los primeros días de octubre, para Villafranca, eran jornadas muy entretenidas para la población.

 LOS ESCUDOS DE VILLAFRANCA

Antes de pararnos en los diferentes escudos que ha utilizado el Ayuntamiento de Villafranca, hemos repasado someramente las partes de un escudo nobiliario o de una institución. Acto seguido hemos visto los diferentes escudos que están en nuestras calles y en nuestros templos. En las calles de la Parra, Cervantes, Cristo, iglesia parroquial y ermita del Santo Cristo.

Llegados al punto del Ayuntamiento, señalamos las partes del escudo actual: Cruz rematada en corazones, ciprés y torre almenada, rodeado de lambrequines y una corona de difícil identificación. Este escudo fue adoptado por los regidores de 1916 y su autor fue Manuel S. Lac, se acompañó de un texto difícil de creer en algunas de sus afirmaciones, estos trabajos costaron un total de 20 pesetas.

Además de este escudo existían en el XIX los llamados sellos de tinta que fueron la base del diseño para el trabajo del señor Lac.

En 1784, nuestro conocido prior párroco frey don Alfonso Luján y Cañizares, escribió en sus Relaciones del Cardenal Lorenzana que nuestro pueblo tiene por armas por armas tres barras azules en campo blanco, algo que desconocemos, pero que debemos tener en cuenta.



El último detalle en nuestro poder, es el escudo de la Alcaldía que ha estado desde el siglo XVI presidiendo la fachada de la casa consistorial. Algunas fotografías tenemos del siglo anterior. Con cuatro cuarteles con castillos y leones sobre una cruz de san Juan enmarcada en una circunferencia y con unos rayos; en la parte superior, lirios y piedras preciosas.

Estos son los escudos que nos dan que pensar en cuál de ellos sería el idóneo para representar a Villafranca. ¿El más antiguo, el desconocido o el más moderno y vigente?

 Aquí tienes la presentación de este día.

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