Memoria Viva I (sábado 22-03-2025)

 


Memoria Viva es un proyecto del Taller de Historia que supone recoger en vídeo o en audio los testimonios de los mayores de nuestro pueblo contando su vida: la niñez y sus vivencias, la escuela, los juegos, la vida en casa y en la calle; la juventud con sus trabajos, el cortejo, los amigos y las amigas; la edad adulta con sus trabajos, boda, hijos, fiestas, etc.

Llevamos cinco años recogiendo testimonios y guardándolos con mucho cuidado. Ha llegado el momento de visionar los vídeos, escuchar los audios y sacar informaciones y conclusiones. Un grupo de nueve personas del Taller han asumido esta tarea y la carga de información es importante. Por ello, comenzamos hoy con una primera aproximación.

Tres miembros del este grupo, María, Quirico y Eladio, comentaron, en la tarde del sábado 22 de marzo, sus conclusiones sobre este paciente trabajo. Estuvimos allí 68 Amantes de la Historia y sus charlas fueron muy interesantes, aunque en algunos casos, triste. Pero siempre es agradable mirar hacia atrás para aprender y valorar el presente.

 


María Talavera Patiño explica algunos detalles de sus informantes:

nº 1

Destaca que su padre fue ballestero, un oficio desaparecido, tenía tres o cuatro haces de ballestas para coger pájaras. Iba a los pueblos de alrededor con un compañero del pueblo y después de cazarlas, las vendían o las guisaban.

Estuvo dos años en Alemania, con tres o cuatro hombres del pueblo. Con el dinero que ganó hizo su casa, en la era en la que trillaba su padre porque ganaba más del doble de lo que ganaba aquí.

Cuando era mozo bailaba en la Humanitaria.

nº 2

Relacionado con las lagunas, informa de más oficios desaparecidos

·         PESCA DE RANAS. En esta actividad, salían a la Laguna de noche en una barca de madera con el remo para dirigir en la que llevaban el carburo con dos fines: alumbrar la Laguna y dejar deslumbradas a las ranas, momento que aprovechaban para pescarlas. Esta actividad, que se producía por la noche, se llamaba “La noche de ranas”.

·         CAZA DE PATOS. En esta familia eran furtivos. Cogían los patos y luego los vendían en puestos en las lagunas, en jornadas en las que pasaban mucho frío, de madrugada en pleno invierno.

·         En invierno también, tenía lugar la PESCA DE TENCAS. Se hacían sus trasmallos, las redes, las echaban al agua y cogían las tencas. Iban por las calles, con los cestos de mimbre de la rosa del azafrán y las vendían. Hay un dicho “Cuando canta la golondrina, ni gachas ni sardinas” para mostrar que la tenca se pescaba en invierno y no en otra época.

·         LA SIEGA DE CARRIZO para utilizarlo como materia prima para toldos, la construcción y los hornos de tejeras.

nº 3

Después de la Mili, este señor emigró a Alemania. Allí los acogieron en barracones, con lavadoras y frigoríficos. Trabajaba a destajo, cumplía y cobraba 450 marcos. Estando allí, cogía las vacaciones en el mes de octubre para hacer la poquita vendimia.

En el año 71, su mujer también fue a Alemania y ella se colocó haciendo pernos de puertas. Vivian en un chalet pagando un alquiler.

nº 4

En su niñez, jugaban a la perragorda, a la rayuela, a la píndola, brincando y con los pedernales de las trillas. Cuando era mocete se juntaba en las casas con los amigos para hacer zurra, que consistía en mezclar en un lebrillo azúcar, vino, agua y corteza de naranja o limón.

No viajó nunca y tampoco hizo la Mili porque era hijo de viuda. Cuando se casó, fue a Villacañas a por los muebles en un carro que le dejaron. Su boda fue en la iglesia y como donde servía tenían ganado le regalaron un cordero. Se casó a las 8 de la mañana con otro matrimonio, que no tenía para pagar la boda. Recogieron 3000 pesetas de dádiva, en la familia le echaron cinco duros. La invitación de la boda fue un ajo pastoril con el cordero que le regalaron, sequillos y mantecados, porque, dice literalmente el señor “la cosa estaba un poco estirá”.

Las vacaciones consistían en cinco tardes ir a bañarse a la Laguna en el mes de agosto, después de haber terminado la cosecha. En la feria, tenía que estar arando hasta mediodía porque donde trabajaba se adelantaba la uva y tenía que ir a vendimiar con serillos y carros. Los cultivos típicos eran yeros, lentejas, titos, cereal, viña y olivar.

CONCLUSIONES

Comparando los oficios pasados con los actuales nos encontramos que:

Antes se realizan tareas propias de la Mili, mientras que ahora la Mili ha desaparecido

Las lagunas ofrecían recursos diversos relacionados con la caza y pesca, mientras que ahora se concentran en la hostelería

El sector agrario acaparaba gran parte de la población, con un campo copado de trabajadores, mulas y quinterías, mientras que ahora la mecanización del campo ha eliminado la mano de obra en gran parte.

España era un país de emigrantes, y ahora España es un país de inmigrantes, que no despide, sino que recibe a trabajadores.

Analizando el ocio en el pasado, y comparándolo después con el momento actual, podemos concluir que, en el pasado:

En la niñez, los juegos se acababan a edad temprana; después, las celebraciones se producían en bodas, generalmente poco ostentosas; bailes en la humanitaria; y viajes a las lagunas o al pueblo de al lado. Situaciones estas que difieren también mucho de lo que ocurre en la actualidad, ya que ahora que celebramos y subimos al avión con relativa asiduidad.

Así pues, se puede concluir sin lugar a dudas que antes había poco lugar al ocio y mucho al oficio, que va a ser algo que mis compañeros van a poner aún más de manifiesto con la narración de sus testimonios.

 


Quirico Serrano Palacios destacó algunos aspectos de los testimonios de nuestros mayores:

 1.- El hambre como normalidad. Adultos que mueren de sus consecuencias y su azote especialmente sobre los niños. La ausencia de una cobertura médica adecuada. La necesidad de aportar alimento a la familia ha acortado la niñez de muchos jóvenes, puestos a trabajar de pequeños y ha provocado la emigración a ciudades o al extranjero.

2.- La Guerra Civil provoca recuerdos amargos de la niñez de algunos protagonistas. Aunque siempre resaltan la posguerra como la peor época.

3.- La emigración de muchos jóvenes es recordada como un momento que sirvió para dar un salto en su bienestar. Sufrieron mucho en sus trabajos fuera del pueblo pero a cambio ahorraron para poder casarse con cierta comodidad o hacerse una casa.

4.- Los trabajos que recuerdan son: hombres y mujeres salen el campo en las recolecciones del pueblo como la siega o la vendimia, otras recolecciones fuera del pueblo: la vendimia temprana, la aceituna o la recogida de la fruta en levante. También han mencionado otros propios de Villafranca como las tejeras y las canteras.

5.- Las escuelas: Hasta ahora tenemos señaladas, la de la tía Juana en la Plaza de España, las del Ayuntamiento, las de don Bienvenido, don Enrique, don Isidro. La asistencia a clase solía durar hasta el momento de que se podía trabajar y la mayoría de los niños dejaban la escuela con pocos años.

 


Eladio Ropero Velasco: Alumno veterano y aventajado del Taller puso el broche de oro a la tarde con su testimonio sobre sus experiencias de emigrante a Francia.

            Explico que salió, como muchos de sus compañeros, sin saber el idioma ni entender una cultura diferente. Se fue porque no veía manera de conseguir unos ahorros que le permitiesen casarse con ciertas garantías.

            Nadie emigra por placer, nadie abandona a los suyos por capricho, la pura necesidad es la que movió a los jóvenes del pueblo a aventurarse por el extranjero, donde les daban el trabajo que ellos no querían realizar por ser especialmente ingratos.

            Trabajó en una empresa productora de azúcar de remolacha. Tenía que cargar sacos de 50 y 100 kilos. Su vida era trabajo y más trabajo para caer rendido en la casa que compartía con sus compañeros.

            Termina su disertación con una llamada a entender el fenómeno de la inmigración en nuestro país.



            Con esta sesión nos despedimos hasta el siguiente trimestre. Después de Semana Santa haremos las convocatorias de los próximos talleres.

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