Taller de Historia V-17: Otra vez disfrutando Herencia con Claro Manuel (20-06-2023)

 

Acabamos el curso con una visita a Herencia: a la capilla del Sagrario en la parroquia de la Inmaculada y a la ermita de la Asunción o “La Labradora”. En ellas se han recuperado unas pinturas murales dignas de admiración. Siempre guiados por Claro Manuel Fernández – Caballero, colaborador y conocido de nuestro taller. Casi cincuenta Amantes de la Historia disfrutamos de una tarde especial de arte explicado casi en exclusiva.


En la iglesia, y después en la ermita fuimos atendidos con cariño y amenas explicaciones. Hemos pedido a Claro Manuel que nos haga un resumen del arte que admiramos y aquí lo tenemos:

PINTURAS MURALES DE LA CAPIILA DEL SAGRARIO DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

La actual capilla del Sagrario de la parroquia Inmaculada Concepción, ha recuperado su aspecto original, tras el descubrimiento y restauración de unas importantes pinturas murales del siglo XVIII, concretamente de 1743, que forman un proyecto completo de decoración en comunión con los dos retablos barrocos de 1743 y 1746, existentes en la misma dedicado a la Virgen como Tota Pulchra representada por los símbolos de la Letanía lauretana y otras metáforas pictóricas inspiradas en el Apocalipsis, el Cantar de los Cantares, etc.


Las pinturas, realizadas al temple, son eminentemente decorativas, primando los colores que imitan el marmoleado y elementos vegetales, rocallas y putti que recorren todo el muro y la bóveda.  La decoración más interesante, iconográficamente hablando, es la que encontramos en los lunetos de la bóveda, pues se corresponde con símbolos de la Letanía Lauretana, vinculados iconográficamente a la advocación de la Inmaculada Concepción y de la Tota Pulchra, desde el siglo XVI. En el luneto más cercano al retablo, el de la izquierda, podemos ver un óvalo, decorado con lazos verdes y marmoleados que contiene un pozo, en referencia al “pozo de aguas vivas” del Cantar de los Cantares. Bajo él, en el triángulo del luneto, aparece la figura de la Fe, con venda en los ojos y un cáliz en la mano derecha. Bajo la figura de la Fe, un grupo de angelotes van portando una filacteria con texto en latín, que se ha perdido en parte. En la zona inferior hay un Tetragramaton (el nombre de Dios en hebreo) en un triángulo azul del que salen rayos y potencias. La filacteria y los ángeles se adecúan perfectamente al remate del retablo, lo que refuerza nuestra idea de que se trata de un conjunto. En los laterales del luneto, angelotes sostienen símbolos marianos como los lirios, las rosas, el laurel o el cetro, todos ellos sacados igualmente de las letanías y del Cantar de los Cantares.

El luneto de la derecha está presidido por una representación de la fuente, símbolo como el pozo, extraído de las letanías y del Cantar de los Cantares. Bajo él, aparece un arco dorado que hace referencia a la puerta del cielo. Bajo esta, una representación del arcángel san Gabriel, que recuerda a la iconografía de la Victoria, con palma y coronada de laurel, lleva un banderín con el lema: “Ave María Gracia Plena”, y bajo esta, la representación de un jardín, en parte perdido. Se completa con la representación de la luna y el sol acompañados de más símbolos de la Letanía Lauretana.

 


Al no haber en este muro retablo, la decoración pictórica continúa en el paramento con forma de arco de medio punto. En este muro vemos una escena muy extraña que responde a un emblema muy concreto. Vemos una nube en la que está la Virgen María con el Niño subidos a un burro o mula que recuerda a la huída a Egipto y debajo una escultura clásica, concretamente una Venus Anadyomenes, que se está partiendo a la mitad por la zona de la cintura. En la parte inferior derecha de esta escena vemos un huerto con cipreses cerrado por un muro, el “hortus conclusus” que responde también a un pasaje del Cantar de los Cantares.

 


En general podemos observar la iconografía de la Virgen como Tota Pulchra representada por los símbolos de la Letanía lauretana y otras metáforas pictóricas inspiradas en el Apocalipsis, el Cantar de los Cantares, etc. Hay también algunas escenas algo más complejas que corresponden a emblemas de temática inmaculista. En el muro Sur aparecen espacios enmarcados que en el pasado contuvieron 15 lienzos. Es muy probable que representasen los Misterios de Gozo, Dolor y Gloria del Rosario.

 


Emma Zahonero, historiadora y restauradora de la empresa Da Vinci Restauro, S.L., encargada de la restauración de las pinturas, fue el artífice del exhaustivo estudio iconográfico de la capilla, vislumbrando que el artífice de la obra era un artista culto y documentado. Puesto que la mayor parte de las escenas toman como referencia el tratado de Fray Nicolás de la Iglesia “Flores de Miraflores, hieroglificos sagrados, verdades figuradas, sombras verdaderas del mysterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen”, del año 1.674. La otra obra de la que toma referencias es “El museo pictórico y escala óptica. Práctica de la pintura”, de Antonio Palomino.

 


Ermita de la Asunción:

El estilo de las pinturas se puede relacionar con los talleres locales que estaban trabajando en la zona en esa época. De hecho, en la propia Herencia y restauradas hace poco por el mismo equipo, hay unas pinturas de similar estilo en la cúpula de la ermita de la Asunción de cuyo centro emerge el Espíritu Santo, representado por una paloma y enmarcado en una circunferencia de la cual parte una composición radial, repartida en ocho fragmentos representativos. Un total de ocho guirnaldas frutales con paños y ocho columnas que enmarcan a ocho ángeles alados que portan atributos de la simbología mariana: la corona, el arca de la Alianza, el sol, la luna, el espejo, el cetro, el laurel y la filacteria con el emblema de la Virgen María.




Comentarios

  1. Qué decir tiene que algunas iglesias contrataban artistas extraordinarios para proceder a decorar paredes, techos, capillas, nutrir de cuadros y estatuas las santas dependencias eclesiásticas. Afortunadamente muchas de ellas se conservan en bien estado. Las imágenes que se aportan a este artículo son de gran calidad y permiten observar con gran detalle todo este arte eclesiástico en esta iglesia.

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    1. La iglesia conserva un patrimonio digno de exponer en obras pctóricas y dependencias con historia. Gracias por tu comentario J. S. Vila.

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