Acabamos el curso con una
visita a Herencia: a la capilla del Sagrario en la parroquia de la Inmaculada y
a la ermita de la Asunción o “La Labradora”. En ellas se han recuperado unas
pinturas murales dignas de admiración. Siempre guiados por Claro Manuel
Fernández – Caballero, colaborador y conocido de nuestro taller. Casi cincuenta
Amantes de la Historia disfrutamos de una tarde especial de arte explicado casi
en exclusiva.
PINTURAS MURALES DE LA CAPIILA DEL SAGRARIO DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
La actual capilla del
Sagrario de la parroquia Inmaculada Concepción, ha recuperado su aspecto
original, tras el descubrimiento y restauración de unas importantes pinturas
murales del siglo XVIII, concretamente de 1743, que forman un proyecto completo
de decoración en comunión con los dos retablos barrocos de 1743 y 1746,
existentes en la misma dedicado a la Virgen como Tota Pulchra representada por los símbolos de la Letanía lauretana
y otras metáforas pictóricas inspiradas en el Apocalipsis, el Cantar de los
Cantares, etc.
El luneto de la derecha está presidido por una representación de la fuente, símbolo como el pozo, extraído de las letanías y del Cantar de los Cantares. Bajo él, aparece un arco dorado que hace referencia a la puerta del cielo. Bajo esta, una representación del arcángel san Gabriel, que recuerda a la iconografía de la Victoria, con palma y coronada de laurel, lleva un banderín con el lema: “Ave María Gracia Plena”, y bajo esta, la representación de un jardín, en parte perdido. Se completa con la representación de la luna y el sol acompañados de más símbolos de la Letanía Lauretana.
Al no haber en este muro
retablo, la decoración pictórica continúa en el paramento con forma de arco de
medio punto. En este muro vemos una escena muy extraña que responde a un
emblema muy concreto. Vemos una nube en la que está la Virgen María con el Niño
subidos a un burro o mula que recuerda a la huída a Egipto y debajo una
escultura clásica, concretamente una Venus Anadyomenes, que se está partiendo a
la mitad por la zona de la cintura. En la parte inferior derecha de esta escena
vemos un huerto con cipreses cerrado por un muro, el “hortus conclusus” que
responde también a un pasaje del Cantar de los Cantares.
En general podemos observar
la iconografía de la Virgen como Tota Pulchra representada por los símbolos de
la Letanía lauretana y otras metáforas pictóricas inspiradas en el Apocalipsis,
el Cantar de los Cantares, etc. Hay también algunas escenas algo más complejas
que corresponden a emblemas de temática inmaculista. En el muro Sur aparecen
espacios enmarcados que en el pasado contuvieron 15 lienzos. Es muy probable
que representasen los Misterios de Gozo, Dolor y Gloria del Rosario.
Emma Zahonero, historiadora y
restauradora de la empresa Da Vinci Restauro, S.L., encargada de la
restauración de las pinturas, fue el artífice del exhaustivo estudio
iconográfico de la capilla, vislumbrando que el artífice de la obra era un
artista culto y documentado. Puesto que la mayor parte de las escenas toman
como referencia el tratado de Fray Nicolás de la Iglesia “Flores de Miraflores,
hieroglificos sagrados, verdades figuradas, sombras verdaderas del mysterio de
la Inmaculada Concepción de la Virgen”, del año 1.674. La otra obra de la que
toma referencias es “El museo pictórico y escala óptica. Práctica de la
pintura”, de Antonio Palomino.
Ermita de la Asunción:
Qué decir tiene que algunas iglesias contrataban artistas extraordinarios para proceder a decorar paredes, techos, capillas, nutrir de cuadros y estatuas las santas dependencias eclesiásticas. Afortunadamente muchas de ellas se conservan en bien estado. Las imágenes que se aportan a este artículo son de gran calidad y permiten observar con gran detalle todo este arte eclesiástico en esta iglesia.
ResponderEliminarLa iglesia conserva un patrimonio digno de exponer en obras pctóricas y dependencias con historia. Gracias por tu comentario J. S. Vila.
Eliminar