Taller de Historia V-10: La economía de Villafranca a lo largo de su historia, sin Epifanía. (25-02-2023)

 


Voy a rescatar unos pasajes de mi aportación a la publicación de Ferias del año pasado de 2022. Creo que puede ser una buena introducción al tema del Taller de Historia del pasado sábado 25 de febrero, cuando nos reunimos 36 amantes de la historia para hablar de la evolución de la economía de Villafranca desde que tenemos algún dato escrito que responda a la pregunta ¿de qué han vivido los villafranqueros a lo largo de la historia de nuestro pueblo?

Me gustaría ser testigo mudo de algunos momentos de la historia villafranquera. Comer los guisos de fiesta en cada época, oler los aires del campo con otros cultivos, pasear por las calles embarradas que huelen a humo, a mulo, a oveja. Levantar la cortina de esas casas de vecinos siempre abiertas. Escuchar las sabias conversaciones de hombres y mujeres de entonces. Ser testigo y visitar, aunque no quedarme a vivir.

Los momentos de nuestra historia que elegiría para visitar, entre muchos, serían:

1.- Finales del siglo XIII, pasear por la llanura rodeada por los ríos Gigüela, Riánsares y Amarguillo donde pasados 30 se asentará Villafranca. Estaría cubierto por monte bajo y zonas encharcables, el riato ya discurriría por un cauce paralelo a la senda que une Toledo con Levante. No creo que haya terrenos cultivados a excepción de las parcelas próximas a las casas situadas en los lados de esta senda. Posiblemente una de ellas sería la casa mesón de la Chela, donde se podría descansar a la sombra de su patio interior o al calor del fuego de la chimenea en el salón. Horizontes interminables y colores sin tonos intermedios, marrón tierra, azul cielo, blanco de escarcha, verde de primavera o gris del monte bajo, mi oído sólo capta la naturaleza, trinos, viento, lluvia, la chicharra en verano, las pisadas cansinas de los pocos mulos que transitan por la senda. Parece tranquilo, todavía quedan en el recuerdo de los más viejos las historias de sus mayores sobre las idas y venidas de partidas de guerreros, cristianos o musulmanes que se parecían mucho, pues ninguno permitía el asentamiento permanente en estos lugares y por donde pasaban se llevaban lo poco que hubiese de valor. Ahora, la paz reina en estos despoblados.

 2.- La llegada de los colonos en la primera mitad del siglo XIV, ¿quién decidió el lugar donde fundar la iglesia, el ayuntamiento y el horno de pan? ¿Cómo se organizaron para distribuirse los terrenos de sus casas y los huertos anejos? Seguro que trabajaron en comunidad, entre todos levantaron sus primeros hogares, cultivaron las huertas y los quiñones que el prior de la Orden de San Juan les había asignado. Eran catalanes, vascos, gallegos y castellanos, recién llegados, esperanzados en sacudirse el hambre con tierras en propiedad y deseosos de una paz duradera, la línea de combate ya estaba muy al sur, en el Guadalquivir. ¿Cómo eligieron los primeros rectores de la comunidad? ¿Dónde se construyeron las primeras casas particulares? ¿Quiénes fueron los primeros herreros de Villafranca? Me hago mil preguntas como esta que sólo se contestarían con un viaje en el tiempo.

 3.- Villafranca en los años 70 del siglo XVI: Se puede constatar el crecimiento demográfico, habitan este pueblo más 1500 almas. En el paisaje rural se han extendido las tierras cultivadas, la producción cerealista es importante, compartida con una respetable cabaña ganadera ovina que aprovecha las tierras aún sin cultivar y los montes próximos de Tirez y Borregas. Todavía se reúnen aquí los ganaderos, el domingo siguiente al día de san Germán, para organizar el reparto de estancias de ganado y la atención de los animales perdidos. El pueblo ya está maduro, disfruta de la autonomía de gobierno y justicia que le da su categoría de villa, tiene acabada su Iglesia con dos naves, con techumbre enmaderada, crucero de aristas y un atrio en la puerta del sur que acoge a los vecinos en los domingos después de misa. El Riato se está empedrando para limpiar y sanear su cauce. El Ayuntamiento luce orgulloso el escudo de la alcaldía ante la plaza de la Villa, situada desde siempre en el cruce de comunicaciones más activo, el del puente de la calle de Herencia. ¿Qué hortalizas poblarían los tablares de las huertas próximas? ¿Cómo serían las viñas, sus cuidados, las vendimias y la elaboración casera del vino? ¿Cuántos hidalgos hay en Villafranca? ¿Son familias orgullosas en el trato con sus vecinos? ¿Qué fiestas son las más celebradas?

 El sábado 25 comentamos la evolución de la economía villafranquera, no hay que estudiar mucho para entender que la base productiva de este pueblo es la agricultura, el cinturón de huertas, las fértiles tierras de la vega del Amarguillo y el avance paulatino de las roturaciones hacia el norte del término. Hortalizas, cereales, vid y azafrán han crecido siempre en nuestros campos. La barrilla y el salicor estuvieron desde finales del XVII a mediados del XIX.


El sector secundario lo formaban las tejeras que han funcionado hasta finales del siglo XX, una actividad que contaba con los mejores especialistas del entorno y un producto muy bien considerado por su calidad. Los canteros también tienen una larga trayectoria de extracción y fabricación de piedras de vuelo, asperones y piedras de construcción. Hilado y tejido de la lana con la fabricación de estameñas de buena calidad. Aproximándonos al siglo XX encontraremos fábricas de alcoholes y grandes bodegas particulares.

Por último, el sector terciario lo ocupaban las posadas, el pósito, corredores y arrieros.

Con estos mimbres hemos repasado la evolución de la economía villafranquera según los datos que nos aportan diferentes fuentes. Podemos seguir la explicación de la sesión en este enlace. Cuando llegamos al final ya eran las siete de la tarde y el entremés de arte sobre la Epifanía no pudo entrar, quedando para el próximo día 11 de marzo.


Comentarios

Publicar un comentario