19-10-2019 Visita guiada a la
iglesia parroquial de Herencia
A las 16:30 horas comenzamos la segunda sesión de
nuestro taller en la fachada de la iglesia de la Inmaculada Concepción en Herencia.
Un grupo de 52 personas estaba dispuesto a seguir a nuestro guía, Claro Manuel
Fernández-Caballero, que nos enseñó los detalles de este soberbio edificio, nos
recordó la factura de la iglesia y nos desentrañó sus secretos.
Comenzamos en la sacristía, gran estancia construida
a principios del siglo XIX a instancias del entonces gran prior Carlos María
Isidro de Borbón (quien será después pretendiente a la corona española). Esta
sala es grande en proporciones, con unas cajoneras originales que han permitido
mantener en excelentes condiciones la ropa litúrgica. Aquí y en todo el templo
se expone una gran colección de obras pictóricas de los siglos XVII, XVIII y
XIX.
Ya en el cuerpo del templo, Claro Manuel, dirigió
nuestra atención a obras como La Sagrada
Familia, las tres generaciones, atribuido a Lucas Jordán, pintor napolitano,
que estuvo trabajando para Carlos II. Nos recordó la gran pintura de la
Inmaculada del altar mayor, de 1819, obra de Zacarías González Velázquez, quien
fue pintor de cámara de Carlos IV, director de la Sección de Pintura de la Real
Academia de las Artes, autor de los murales de la Casita del Labrador del
Palacio de Aranjuez. Llama la atención por sus grandes dimensiones y su
luminosidad.
De la mano de Claro Manuel, comprobamos los detalles,
los mensajes y los secretos de los cinco retablos barrocos. Las pinturas
ocultas tras el retablo Carmelitano, el ara plegable, los símbolos
franciscanos, las pinturas murales del crucero, descubiertas; una numerosa
lista de detalles y pistas históricas.
Ya en el altar mayor vimos de cerca el gran lienzo de
la Inmaculada, los bancos de la sillería de excelente calidad, hechos en la
primera mitad del siglo XVIII. Tienen una factura exquisita, siempre con la
cruz de san Juan.
Apremiados por el tiempo subimos al coro alto, donde
nos esperaba la sorpresa de la tarde. Javier Talavera, profesor de educación
secundaria y organista apasionado, nos explica con detalle la recuperación del
órgano barroco, admirable obra de todo el pueblo de Herencia, la estructura y
el funcionamiento de este gran órgano. Adornado con la M de los tubos de batalla,
con las cruces de san Juan, blancas sobre fondo azul, recuerdan continuamente su
vocación mariana. Para terminar el apartado del órgano, Javier lo hizo cantar
durante varios minutos para que disfrutásemos de sus diferentes notas y
tonalidades. Un lujo y una delicia.
Terminamos la tarde, subiendo a la parte del tejado,
sobre la bóveda, donde estaban los palomares. Y después a la torre y al
mecanismo del reloj.
Termina nuestra visita a las 19,30 horas. Larga y
fructífera visita que nos ha mostrado una joya artística muy próxima. Claro
repitió un mensaje que compartimos con él: en
nuestro entorno hay obras de arte de gran calidad que no valoramos porque no
las conocemos. Hay conocer nuestra historia y nuestro patrimonio.
Nuestro agradecimiento a Claro Manuel y a Javier por
dedicarnos parte de su tiempo y de su saber.
Termino recordando que el próximo taller será el
sábado 9 de noviembre a las 17:00 horas en la Casa de la Cultura de
Villafranca.
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