LAS INUNDACIONES DE VILLAFRANCA DE COMIENZOS DEL SIGLO XIX Y LA CONSTRUCCIÓN DEL CANAL DEL GRAN PRIORATO DE SAN JUAN (08-03-2025)


El taller del sábado 8 de marzo ocupó una tarde lluviosa y fría que pedía sofá y manta, desafiando al tiempo adverso, asistieron 52 Amantes de de la Historia y disfrutaron de la estupenda conferencia de Bernardo Sevillano Martín, abogado ciudadrealeño, doctor en Historia por la UCLM y experto en el Canal del Gran Priorato de San Juan. Se llevó nuestro agradecimiento, el pato lagunero que lo identificará como miembro del Taller y nos dejó este texto de su conferencia:

LAS INUNDACIONES DE VILLAFRANCA DE COMIENZOS DEL SIGLO XIX Y LA CONSTRUCCIÓN DEL CANAL DEL GRAN PRIORATO DE SAN JUAN 

El cambio de centuria en el valle del Alto Guadiana vino acompañado de fenómenos hidroclimáticos extremos que causaron la subida del caudal de los ríos manchegos como el Amarguillo, la inundación de campos y poblaciones, ingentes pérdidas en bienes y enseres e incluso la muerte de algunas personas. Las riadas fueron especialmente violentas en las localidades priorales de Villafranca de los Caballeros y Tembleque.

 El 2 de septiembre de 1799 se produjo en el término de Villafranca de los Caballeros una inundación que dejó asolada la población. La avenida de las aguas del río Amarguillo[1] destruyó más de 200 casas y muchas otras quedaron arruinadas. Los frutos de los campos y los enseres de la población fueron arrastrados por las aguas, causando un gran pánico entre la población. Los capitulares de la villa solicitaron al infante don Pedro, en su condición de gran prior, que alguna persona con conocimientos en el tema examinara las tierras de la vega y determinara las medidas a tomar para remediar la lamentable situación en la que había quedado la localidad[2].

El aparejador Francisco Sostre se desplazó hasta Villafranca de los Caballeros y propuso una serie de medidas para paliar los efectos de la riada y evitar que volviera a ocurrir, calculando su coste en 204.900 reales. Villanueva las aprobó no sin antes matizar que era muy difícil asegurar una correcta valoración sin antes realizar un escrupuloso examen sobre el terreno, ya que carecía de un perfil que demostrara las desigualdades del terreno, el descenso de las aguas y la extensión y elevación de las avenidas[3].


Las obras no llegaron a realizarse, lo que obligó al ayuntamiento y al cura prior de la población a solicitar, en marzo de 1800, la construcción de un muro que protegiera al pueblo de las aguas, desde los caminos alto y bajo de Camuñas hasta una zanja que servía de desaguadero, cuyo coste serían unos 34.650 reales[4]. Por fin, en octubre de 1800 Carlos IV aprobó las obras proyectadas para evitar nuevas inundaciones en Villafranca de los Caballeros, mandando que se auxiliara a la población, por parte del infante gran prior, con 12.000 reales por vía de socorro gracioso[5].

Poco después de iniciadas las obras, el 14 de septiembre de 1801, se desbordó nuevamente el río Amarguillo (Figura 149), provocando nuevas inundaciones en Villafranca de los Caballeros y Tembleque que asolaron las tierras de labor y las casas de varias poblaciones. De tal magnitud fue la crecida de las aguas que en Villafranca de los Caballeros se ahogaron 12 personas, además de más de 300 mulas de labor, diversas caballerías e innumerables cabezas de ganado porcino. Además, se perdieron numerosos papeles del archivo del ayuntamiento y muchos vecinos tuvieron que trasladarse a los pueblos vecinos. De nuevo los capitulares de la villa manchega recurrieron al gran prior solicitando que se tomaran las medidas oportunas que impidieran que tales desgracias se repitieran en el futuro[6].

En vista de las reiteradas inundaciones sufridas en Villafranca de los Caballeros y las quejas de sus capitulares de la villa, Carlos IV ordenó a Villanueva que se desplazara hasta tierras priorales e informara de las medidas que estimara conveniente adoptar. El arquitecto viajó hasta Villafranca de los Caballeros en enero de 1802 y, después de recorrer la vega anegada, informó que, debido a la situación de la población en el punto más bajo de la vega, era muy difícil evitar los daños que producían las crecidas del caudal del río. Propuso dos medidas para proteger la localidad: la primera y más rápida, la construcción de un dique desde el punto más elevado de la ermita de San Antón hasta la parte baja de la población; y la segunda y más a largo plazo, el levantamiento de un malecón que desde el puente de Herencia, subiendo por la orilla del río, que cortase el camino baxo de Camuñas y concluyese proximamente en la mayor elevacion del terreno[7].


A tal punto llegó la situación que, el 14 de abril de 1802, Carlos IV ordenó el cese de las obras del canal hasta que concluyeran las iniciadas en Tembleque y Villafranca de los Caballeros para paliar los efectos de las inundaciones sufridas, destinándose a las mismas los dependientes y caudales de las del canal. Joaquín Francisco Pérez, aparejador de las obras del canal, se desplazó hasta Tembleque para ayudar en las necesidades más urgentes. No obstante, Villanueva estimaba que en aquel momento había ciertas obras en el canal de reducida importancia, consecuencia de las lluvias sufridas en el pasado invierno, que no era conveniente suspenderlas hasta su finalización. Además, también sería adecuado que el sobrestante y los guardas del canal continuaran en sus puestos vigilando las tierras[8].

Las obras en Tembleque y Villafranca de los Caballeros, sobre todo las de la primera, se extendieron más tiempo que el previsto inicialmente. En agosto de 1803 se desató otra tormenta sobre Tembleque que retraso su desarrollo debido a haber tenido que rehacer un murallón para la contención de las aguas de la laguna de Villaverde. Las obras concluyeron el 2 de enero de 1807 habiendo costado la cantidad de 260.073 reales. Villanueva fue recompensado por sus asistencias con 6.000 reales, cantidad que no recibió en vida como consta en la testamentaría del infante don Pedro[9].

La suspensión de las obras del canal, ordenada por Carlos IV en 1802, supuso una nuevo y significativo obstáculo en el desarrollo de las mismas. El traslado de los trabajadores y caudales del canal a Villafranca de los Caballeros y Tembleque y la dilatación de las obras hasta 1807, año en que entraron las tropas francesas en España, supuso un nuevo golpe del que nunca se recuperarían.

 




[1] El río Amarguillo es un afluente del Cigüela, con una longitud de 55 Km y una cuenca de 563 Km2 elongada en dirección W-E siguiendo las últimas estribaciones de los Montes de Toledo. Nace en la sierra de la Calderina, en los Montes de Toledo, y atraviesa los términos de Urda, Consuegra, Madridejos, Camuñas y Villafranca de los Caballeros, antes de desembocar en el río Gigüela, en el término municipal de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), a escasos metros de las Tablillas del Záncara o la Junta de los Ríos, donde también desemboca el río Záncara. Este río, aunque en la actualidad permanece seco la mayor parte del año, tiene una larga tradición histórica de inundaciones con referencias desde la época romana. Entre ellas destaca la avenida extraordinaria ocurrida en Consuegra (Toledo) el 11 de septiembre de ł891 que provocó 359 víctimas mortales y que tuvo amplia resonancia en la época. POTENCIANO DE LAS HERAS, A., MARTÍNEZ GOYTRE, J., DURÁN VALSERO, J.J., y GARZÓN HEYDT, G.: "Inundaciones en la cuenca del río Amargillo (Toledo)", Geogaceta, N.º 20, 5, 1996, pp. 1135-1137.

[2] AGP, AIDG, Secretaría, legajo 279, Representación del procurador y síndico general de la villa de Villafranca de los Caballeros sobre las inundaciones sufridas en su término, Villafranca de los Caballeros, 21 de septiembre de 1799.

[3] Ibidem, Informe de Villanueva sobre el plan de Sostre sobre las inundaciones de Villafranca de los Caballeros, Madrid, marzo de 1800.

[4] Ibidem, Representación del Ayuntamiento y Cura Prior de la villa de Villafranca de los Caballeros sobre las reparaciones a realizar por las inundaciones sufridas en su término, Villafranca de los Caballeros, 2 de junio de 1800.

[5] Ibidem, Carta de Mendinueta informando de la real aprobación de las obras de Villafranca de los Caballeros, Madrid, 17 de octubre de 1800.

[6] AGP, AIDG, Secretaría, legajo 278, Representación del ayuntamiento de Villafranca de los Caballeros sobre las inundaciones sufridas en su término, Villafranca de los Caballeros, 25 de septiembre de 1801.

[7] AGP, AIDG, Secretaría, legajo 279, Informe de Villanueva sobre su visita a Villafranca de los Caballeros, Madrid, 24 enero de 1802.

[8] AGP, AIDG, Secretaría, legajo 79, Carta de Villanueva a Mendinueta sobre la suspensión de las obras del canal, Madrid, 20 de abril de 1802.

[9] RUBIO LINIERS, S.: La arquitectura de Juan de Villanueva en La Mancha, Madrid, TF Editores & Interactiva, 1999, pp. 80-83.




Comentarios

  1. Muy interesante. ¿El puente que aparece en la entrada dónde está localizado? Soy el autor de https://puentescarreterasyferrocarrilestoledo.blogspot.com . Gracias.

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