Don Jesús nos ha mostrado los detalles de este templo tardo
gótico de tres naves con un coro de estilo renacentista del maestro Covarrubias.
Añadidas a las naves laterales se alinean capillas familiares con distintos
atributos y modelos artísticos. Nuestro guía no ha ahorrado explicaciones,
detalles e historias que han embelesado al auditorio.
La Semana Santa de la localidad está preparada, lo mismo que
unos pasos en miniatura para los niños.
Acabada la visita a la iglesia, nos hemos acercado al templo
del antiguo convento franciscano para admirar su factura y su cripta.
Al salir de éste, hemos agradecido a nuestro guía su empeño
y su buen hacer. Nos quedamos con un grato recuerdo de don Jesús y él con un
pato reutilizado que nuestro taller tiene a gala regalar a sus colaboradores.
No hemos podido visitar la casa de nuestra paisana Pepa
Ortuno, vecina de Lillo, que nos ha dado la bienvenida y nos quería invitar a
un refresco. El tiempo no daba para más. Gracias Pepa. Gracias don Jesús.
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